General | 12.12.2010
INVITADO POR LA DELEGACIÓN USHUAIA DEL IOM, EL PSICOANALISTA
SALAMONE DISERTÓ SOBRE INTOXICACIONES Y PRESENTÓ SU ÚLTIMO LIBRO.“La droga no es el problema, es la consecuencia”
Este sábado el psicoanalista Luis Darío Salamone, visitó
Ushuaia invitado por el IOM (Instituto Oscar Masotta). Brindó una charla
abierta denominada “Vivir intoxicado” y presentó su libro “El amor es vacío”.le de imagenes de “La droga no es el problema, es la
consecuencia
Con respecto a su disertación, que tuvo lugar en el Hotel Cap Polonio, explicó:
“La idea fue tomar un tema de actualidad que es la problemática de las
toxicomanías, plantear algunas cuestiones que hacen a la época y algunas
respuestas que el psicoanálisis tiene ante estas problemáticas tan importantes
en este momento. El psicoanálisis brinda una perspectiva diferente a la que uno
está acostumbrado a escuchar”.
Ofrecerle a un sujeto que consume una salida farmacológica es ofrecerle lo
mismo de lo cual hace uso. Es común que un paciente que consume determinadas
drogas sustituya por otras drogas su consumo. Por eso, lo interesante del
pscioanálisis es que puede brindar una salida alternativa para que los sujetos,
en este caso los adictos, se recuperen. En este aspecto, indicó: “El
tratamiento psicoanalítico lleva tiempo e implica constancia pero si el
paciente lo encara seriamente puede llegar a curarse. Las probabilidades de
cura ofrecidas por el psicoanálisis son muy altas así como son bajas las
probabilidades de cura que puede tener la internación. Uno suele pensar que un
paciente adicto tiene que ser internado pero el porcentaje de sujetos que salen
sin consumir de una internación o que permanecen sin consumir por un tiempo es
muy bajo”.
Según expuso, el psicoanálisis trata de develar, mediante el estudio del
inconsciente, qué problemática lleva a que el sujeto consuma. “Lo interesante
es revelar qué es lo que lo llevó a consumir que a veces es algo que el sujeto
no tiene en forma consciente. La droga no es el problema, la droga es la
consecuencia del problema y la causa está en el inconciente del sujeto. La idea
es esa, no podemos generalizar porque las causas variarán de un sujeto a otro.
Aunque lo social tiene mucho que ver, el psicoanálisis estudia los casos en
particular. Pero en términos generales lo que hay siempre es un rechazo del
inconsciente”.
Al ser consultado sobre las causas sociales que contribuyen al consumo de
drogas, el especialistas indicó: “Es verdad que hoy en día el problema social
es tan importante que hay razones sociales que pueden hacer que un chico, para
entrar en un grupo, consuma. Pero va a ser diferente a otro que haya ingresado
a ese terreno por razones más estructurales”.
Con respecto a la evolución de las toxicomanías en el devenir histórico,
evaluó: “Uno tiende a suponer que el problema de las adicciones es propio de la
modernidad pero desde la
Antigüedad hay relatos y huellas de lo que es la relación de
alguien que decide vivir intoxicado. Todo el tiempo salen nuevas drogas como
por ejemplo el éxtasis que es una de las últimas drogas sintéticas que se han
lanzado al mercado y que han tenido éxito y que ocupa un lugar muy importante
en las fiestas electrónicas”. En este aspecto, consideró que “lo interesante de
trabajar con los diferentes tipos de sustancias es que cada una tiene sus
características, cada una cumple una función en la psiquis del sujeto. Una de
las funciones del psicoanálisis es poder detectar la función que cumple en cada
sujeto, es decir no a nivel social sino individual, a partir de la
particularidad de cada individuo. Obviamente el discurso actual, llamémoslo capitalista,
tiende a un empuje al consumo y esto hace que se note un incremento del
consumo. La magnitud del consumo a nivel actual no es el mismo que había en la Antigüedad , donde el
consumo estaba vinculado a ciertos rituales y a ciertos marcos simbólicos”.
Respecto a los perfiles y franjas etarias de los consumidores, mencionó que los
sujetos consumen a edades cada vez más tempranas y que, en cuanto al consumo,
existen diferencias a nivel de edad como a nivel social. “El éxtasis está
relacionado con personas que gustan de la música electrónica por lo que va a
haber un tema de edades y de nivel social. Pero las cosas tienden a
desdibujarse, es decir, hoy en día se ve gente de clase alta que consume paco y
gente de clase baja tiene acceso a drogas por la delincuencia que puede
consumir drogas más caras”. Mientras que los motivos que pueden llevar al
consumo de un determinado tóxico varían de un sujeto a otro.
“El amor tiene una cara de engaño”
A las siete de la tarde del sábado, en la Boutique del Libro, el pscioanalista Luis Darío
Salamone presentó su último libro “El amor es vacío”. Se trata de una obra que
recoge trabajos que el especialista ha desarrollado en sus más de 20 años de
trayectoria.
En diálogo exclusivo con Diario Prensa, Salamone se refirió al origen y al
contenido de su obra. “Entre los posibles libros apareció el eje del amor. El
libro comienza trabajando el amor cortés que lleva a Lacan a afirmar que el
amor muestra una cara de vacío. El amor cortés era típico de la Edad Media donde no había,
como eje fundamental, un llevar a los amantes a la relación sexual. Por ende,
mostraba cierta vacuidad. Luego se trabajan temas sobre el amor en el
matrimonio, las infidelidades, los celos, el odio, la soledad”.
En cuanto al concepto de vacío, detalló: “El amor tiene una cara de engaño pero
también tiene la posibilidad de darle lugar a otro tipo de experiencia donde
esté el deseo puesto en juego. Pero para que el deseo esté puesto en juego hay
que considerar algo del orden del vacío, no el amor que apunta a completar al
otro, como dicen a la media naranja o al medio corazoncito para tener la mitad
cada uno. No es un amor que sea completo sino que soporte un vacío en el cual
pueda aparecer algo del orden del deseo”.
Finalmente, cabe mencionar que el libro fue concebido en un estilo muy claro
por lo cual es accesible a los lectores en general.
Sobre Salamone
Salamone es psicoanalista, analista miembro de la EOL (Escuela de Orientasción
Lacaniana) y la AMP
(Asociación Mundial de Psicoanálisis), y co-director del Departamento de
Toxicomanía y Alcoholismo del Instituto Clínico de Buenos Aires
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